¿Qué es el Asma Bronquial?
El Asma es una enfermedad inflamatoria crónica del árbol bronquial, que se caracteriza por tener una base alérgica en la mayoría de los pacientes. Se presenta con crisis de obstrucción bronquial y tos (dificultad para respirar, sensación de “pecho apretado”, silbidos audibles a la respiración, tos e hipersecreción de mucosidades). En casos moderados y severos los síntomas pueden ser persistentes en el tiempo y las crisis obstructivas recurrentes, a veces con necesidad de ocupar medicamentos de emergencia o consultar al servicio de urgencia para superar la crisis.
¿Por qué se produce el Asma Bronquial?
La génesis del Asma es multifactorial, eso quiere decir que no hay una sola causa reconocida como factor desencadenante de la enfermedad. Habitualmente se encuentra un patrón hereditario en los pacientes que sufren Asma (familiares directos con Asma o alérgicos). Frente a diversos estímulos los bronquios y bronquiolos desencadenan una reacción inflamatoria alérgica que genera una obstrucción parcial de la vía aérea. Estos estímulos pueden ser variados, tales como alérgenos, infecciones virales, contaminantes, reacciones secundarias a medicamentos, reflujo gastroesofágico, etc. La inflamación de la vía aérea inferior genera un edema de las paredes de los bronquiolos que obstruye la vía aérea, dificultando el flujo de aire desde y hacia los alveolos pulmonares. Además se genera una hiperproducción de mucosidad que aumenta la dificultad para el paso normal del aire, y en forma secundaria se produce una broncoconstricción, es decir, los músculos que rodean a los bronquiolos de contraen, disminuyendo aun más el lumen o calibre bronquiolar, y generando así la crisis obstructiva respiratoria.
¿Qué tan grave puede llegar a ser el Asma?
La gravedad del Asma depende de varios factores. En primer lugar, la crisis obstructiva puede ser leve, moderada o severa. Una crisis severa lleva a una broncoconstricción tal, que habitualmente requiere extremar medidas terapéuticas para manejarla. Si no se logra superar una crisis severa se genera una disminución dramática del oxígeno a nivel sanguíneo que puede desencadenar una falla del sistema cardiorrespiratorio que incluso puede poner en peligro la vida. Las crisis leves o moderadas habitualmente se logran manejar con las medidas broncodilatadoras habituales (medicamentos inhalados en forma ambulatoria). Al margen de las crisis obstructivas en sí, como el Asma es una enfermedad inflamatoria, puede generar a nivel del epitelio (superficie) de los bronquios una remodelación tisular, que es algo así como una cicatriz en la mucosa. Esto quiere decir que el tejido normal del epitelio del tracto respiratorio bajo se altera en forma crónica, pudiendo producir una enfermedad obstructiva crónica con el paso del tiempo. Es por eso que es sumamente importante llevar un tratamiento que logre disminuir la inflamación en los bronquios y bronquiolos, y no solo tratar las crisis obstructivas.
¿Cómo se diagnóstica el Asma?
El diagnóstico inicial de Asma Bronquial es básicamente clínico. Esto quiere decir que su diagnóstico se basa en la historia clínica del paciente, antecedentes familiares, presencia de atopia, las características de las crisis obstructivas, etc. El diagnóstico se apoya también principalmente en exámenes de función pulmonar, como la espirometría y la respuesta al tratamiento con broncodilatadores. A veces el diagnóstico es relativamente sencillo. Pero otras veces los síntomas no son tan claros, y puede requerir mayor estudio con otros exámenes complementarios (imágenes, pruebas bioquímicas, inmunológicas, etc)
¿Cuál es el tratamiento del Asma?
El tratamiento tradicional del Asma bronquial va a depender de la clasificación de ésta. En pacientes con asma leve (intermitente) habitualmente se indica solo el manejo de las crisis obstructivas con el uso de broncodilatadores en caso de necesidad. En casos de asma moderada o severa (persistente) se utiliza un tratamiento diario con corticoides inhalatorios que disminuyen la inflamación generada en las vías aéreas, que puede estar asociado a otros medicamentos broncodilatadores o mediadores de la respuesta alérgica en el cuerpo, dependiendo del caso y la severidad sintomática.
Medicina Integrativa para el tratamiento del Asma
La medicina integrativa toma elementos del enfoque médico tradicional del asma bronquial, pero utiliza principalmente no convencionales para el control de los síntomas y la inflamación bronquial propia de esta enfermedad. Se construye un tratamiento individualizado dependiendo de las características clínicas y las manifestaciones de la enfermedad en cada paciente. Por ejemplo, habitualmente recomendamos cambios nutricionales y aporte de probióticos para manejar la inflamación mucosa que subyace a los pacientes alérgicos y asmáticos. La medicina biorreguladora o medicina biológica permite también manejar la inflamación mucosa y promueve la reeducación del sistema inmunológico (inmunomodulación), de tal forma que no reaccione en forma exagerada a los estímulos que habitualmente generan la crisis broncoconstrictiva. La terapia neural o la acupuntura también colaboran en la regulación basal de la alteración alérgico-inflamatoria que es la génesis principal del Asma bronquial.
¿Qué paciente se vería beneficiado con un enfoque médico integrativo?
Todos los pacientes pueden complementar su tratamiento tradicional con medidas no convencionales. Las ventajas de un enfoque integrativo están en que se puede lograr disminuir o incluso eliminar la necesidad de utilizar medicamentos tradicionales, y de esa manera, disminuyen también los riesgos de efectos secundarios de medicamentos farmacológicos utilizados por períodos prolongados (corticoesteroides, antihistamínicos, antileucotrienos, etc). Además, claro está, mejora la calidad de vida del paciente y su entorno, disminuyendo también las consultas médicas de urgencia y ambulatorias. Pacientes que presentan cuadros alérgicos de base (atopia, rinitis, dermatitis,etc) o signos de inflamación en otras mucosas (infecciones virales o bacterianas a repetición, infección urinaria, vulvovaginitis, trastornos digestivos como reflujo, constipación, colon irritable, etc) se ven particularmente beneficiados con un enfoque integrativo de salud, pues se busca corregir la inflamación de las mucosas y el desbalance inmunológico mediante métodos más naturales y eficaces.