Controversias sobre los lácteos tomar o no tomar- - Photo by Kim Gorga on Unsplash

Controversias sobre los lácteos: tomar o no tomar?


Pacientes y colegas nos preguntan frecuentemente por qué nosotros -médicos y nutricionistas que nos dedicamos a la medicina biorreguladora-  muchas veces no recomendamos la leche y sus productos derivados. Las razones son múltiples, y tienen sustento científico y empírico. Es indudable que se trata de un tema controversial, dónde no existen verdades absolutas o inamovibles. Hay que tener en cuenta que nuestra alimentación habitual  es hiper-láctica, con excesos de productos derivados de lácteos. Creemos que muchas veces no es necesaria la erradicación total de los lácteos, pero si limitar o restringir el consumo de estos productos, como lo propuso recientemente la escuela de medicina de la Universidad de Harvard. Pero veamos en este posteo primeramente algunos aspectos básicos sobre los lácteos y esta controversia:

1.  Demos vuelta la pregunta: Por qué se DEBERÍA tomar leche?

La leche indudablemente tiene cosas buenas (calcio y  proteínas, principalmente). Sin embargo estas cosas buenas también se pueden obtener en adecuadas cantidades de otras fuentes de calcio y proteínas. Dado esto, la leche NO es un alimento insustituible. Lo que SÍ es importante es llevar una alimentación equilibrada, ojalá asesorado por profesionales.

2.  De sentido común, y de sentido evolutivo:

La leche que producen todos los mamíferos son especie-específicas. Eso significa que está diseñada maravillosamente para su misma especie. El problema no es que los humanos consuman leche,  el problema es que consumen leche de otra especie (generalmente de vaca). Por otro lado, todo mamífero consume leche mientras se es LACTANTE (es decir, mientras es amamantado), y el ser humano es lactante hasta los 2 años aproximadamente. En términos generales, evolutivamente no hemos desarrollado aun mecanismos para tolerar satisfactoriamente leches de otra especie. Es por esto que, en muchos casos, se puede generar una sobrecarga gastrointestinal, enzimática e inmunológica, que predispone para síntomas y enfermedades.

3.  Más allá de la lactosa o la crema:

A diferencia de lo que se escucha comúnmente, el principal inconveniente de la leche no está en la lactosa (los “sin lactosa”) o en la grasa (los “descremados”), sino que en las características de sus proteínas.  Ciertas proteínas de la leche de vaca pueden desarrollar una alergia franca, conocida como alergia a la proteína de leche de vaca (APLV), muy común en lactantes hoy en día. Sin embargo también se pueden desarrollar intolerancias, que son más difíciles de diagnosticar, y que se producen comúnmente en personas que tienen la mucosa intestinal inflamada por otras causas (constipación, intestino irritable, enfermedad celíaca, etc). Como ven, no basta solo con dejar la lactosa.

4.  Experiencia empírica:

En medicina y nutrición integrativa tenemos mucha experiencia asesorando y aconsejando una alimentación sin leche y sus derivados. Es francamente notable la mejoría que experimentan muchísimos pacientes tan solo realizando esta intervención. Casos de estreñimiento, alergias de distinto tipo (respiratoria, dérmica, etc), síntomas gastrointestinales (distensión, meteorismo, dolor, acidez), e incluso enfermedades inflamatorias como artritis e infecciones a repetición pueden ver mejorías importantes al restringir, al menos transitoriamente, los lácteos de la dieta.

Por supuesto existen muchas otras razones y detalles más técnicos. Es sin duda un tema controvertido, que se contrapone a lo que hemos escuchado y nos vienen diciendo nuestras madres, abuelitas, el establishment médico y la propia industria («yo TOMO leche», «más sano que un yoghurt», «que el calcio, que la osteoporosis….», etc.). Lo relevante es concientizar que efectivamente los lácteos pueden estar involucrados en varias dolencias, síntomas  o enfermedades, y que no necesariamente tienen que ver solo con malestares intestinales producidos por la lactosa. Así también es importante saber que sí se puede vivir sin lácteos, pero que se debe ser cuidadoso y responsable con la alimentación que se lleve (en realidad, con o sin lácteos, siempre debiésemos ser conscientes de lo que comemos). Recomendamos siempre asesorarse por un equipo médico que pueda determinar si es aconsejable o no un régimen restringido en lácteos en un paciente determinado. Así también se asegura un aporte adecuado de calcio y proteínas de otras fuentes, vegetales o animales, que también aportan los minerales y nutrientes de la leche. Lo esencial es hacernos responsables de nuestra propia alimentación, informándonos y preguntando a los especialista, aunque a veces tengamos opiniones divergentes.

Por: Dr. Cristóbal Carrasco

Enlaces de Interés:

Algunas referencias:

Cow’s milk allergy versus cow milk intolerance

Does milk increase mucus production?

Harvard School of Public Health – Calcium and Milk

Harvard Medical School – Healthy Eating Plate