Solemos pensar que nuestro actuar tiene que ver con lo que pensamos, sin embargo…
Cuando nuestras acciones reflejan nuestros valores y compromisos, especialmente bajo estrés o presión de algún tipo, dichas acciones están in-corporadas. (pasan por el cuerpo…) El auto-conocimiento a través del cuerpo y la generación de aprendizajes in-corporados, a través de la práctica, te permiten alinear tu visión de quién quieres ser con tus acciones cotidianas. No es lo mismo hacer un aprendizaje, o darnos cuenta de algo, a nivel cognitivo, que a nivel in-corporado. (1)
Por ejemplo, puedo entender a nivel cognitivo que ciertas expresiones de rabia tienen altos costos para mis relaciones, y alteran mi estado de ánimo, mi productividad y mi salud; puedo incluso observar estos costos después de los hechos. Sin embargo, es un proceso in-corporado aprender a sentir y expresar la rabia de manera más centrada, para que ésta sea una fuerza generativa y no destructiva en mi vida. Los procesos de aprendizaje in-corporados son los que generan nuevas acciones que son sustentables en el tiempo y disponibles bajo presión.
Como seres sociales, desde el momento que llegamos al mundo estamos aprendiendo y adaptándonos, in-corporando maneras de ser y actuar para vivir y relacionarnos. La mayor parte de estos aprendizajes son inconscientes, y algunos son elegidos. La somática hace la pregunta: ¿qué acciones, alineadas con lo que te importa, quieres tener disponibles de manera cotidiana en tu vida?
Por ejemplo:
- Sentir seguridad y confianza cuando planteo mi perspectiva o postura
- Estar plenamente presente con mi pareja, mis hijxs, mis amigxs
- Saber escuchar y empatizar con mis seres queridos
- Sentir más satisfacción conmigo, mi trabajo, mis amistades, mis relaciones íntimas
- Tener claros mis límites y sostenerlos sin enojarme o retraerme
¡No es suficiente con tenerlo claro en la cabeza! Necesitamos, además, hacer el camino de in-corporar nuevas posibilidades a través de un proceso de aprendizaje y transformación somático.
La transformación somática
In-corporar nuevas acciones y maneras de ser, más alineadas con el futuro que queremos, requiere de un proceso de transformación somática. En la metodología somática, identificamos 3 elementos fundamentales de este proceso: (2)
- Conciencia somática: “Pienso, luego existo”, dijo Descartes, y, junto con otros pensadores de su tiempo, nos metió en la deriva de la primacía del intelecto racional y cognitivo. Hoy en día, justamente a través de la ciencia, hija por excelencia del paradigma racionalista y reduccionista, sabemos que primero sentimos y emocionamos, y que esas sensaciones y emociones definen nuestras reacciones y acciones mucho más que nuestros procesos cognitivos (si no, pregúntale a cualquier publicista!). Somos 4 billones de años de inteligencia evolutiva, tenemos neuronas en nuestros corazones y en nuestros intestinos– de hecho, ¡viaja más información de esos lugares a nuestros cerebros que en la dirección opuesta! Desarrollar conciencia somática es empezar a acceder a esa inteligencia, sentir sensaciones, tensiones, temperatura, postura, y aprender a interpretar esas sensaciones como información valiosa. ¿Qué y quiénes me importan? ¿Quiero decir SÍ o NO a esta posibilidad? ¿Qué es y cómo se siente mi intuición? ¿Cuál es mi respuesta más habitual bajo presión? ¿Cómo hago para actuar de manera coherente con mis valores? Son todas preguntas que podemos contestar de manera más efectiva y auténtica ampliando nuestra conciencia somática.
- Prácticas somáticas: ¡Somos lo que practicamos, y siempre estamos practicando algo! Nuestras prácticas pueden ser más o menos conscientes, más o menos alineadas con nuestra visión o valores. Por ejemplo, tengo prácticas alineadas con mis valores de auto-cuidado y de estar presente aquí y ahora, como moverme o hacer ejercicio, o detenerme a hacer un centramiento dos o tres veces al día, o tomar un minuto para conectar con mi respiración y soltar tensiones en mis hombros y espalda baja. Y también tengo prácticas no tan generativas, como perder media hora mirando cualquier cosa en Instagram! En un proceso de transformación somática, identificamos prácticas cotidianas alineadas con tus valores y tu visión de futuro, prácticas que apoyarán el proceso de aumentar tu conciencia somática y así in-corporar efectivamente nuevas posibilidades de acción.
- Apertura somática: Todo proceso de transformación tiene momentos de desorganización: para que algo nuevo pueda nacer, lo viejo y obsoleto tiene que desmoronarse. Algunas veces esto puede sentirse como un espacio maravilloso de nuevas posibilidades, y otras veces puede sentirse como algo aterrador, donde no tenemos certeza de quiénes somos y hacia dónde vamos. Muchas veces es una mezcla o baile entre ambos! Estos son momentos de apertura, que van cambiando, en el tiempo, nuestras maneras de mirar e interpretar el mundo, nuestro rango y expresión emocional y, literalmente, la forma de nuestro cuerpo físico. La transformación somática es imposible sin apertura somática, y aprender a navegar la apertura es adquirir maestría en vivir la vida con mayor libertad.
Finalmente, la conciencia, prácticas y apertura somática ocurren siempre dentro de un contexto social. Los roles que jugamos, y el lugar de poder y privilegio relativo que sostenemos en los sistemas familiares, comunitarios, organizacionales y sociales donde participamos es parte intrínseca de nuestro proceso de transformación. Validar, honrar y darle voz a todo lo que traemos in-corporado es fundamental para acercarnos más y más a VIVIR cada día nuestra visión y sabiduría.
¿Por dónde empezar en un proceso de auto-conocimiento y transformación somática?
El primer paso es profundizar nuestra conciencia somática;bajar la atención a las sensaciones del cuerpo. En el mundo moderno, solemos vivir en nuestros pensamientos, en el futuro, en lo virtual/ digital. Conectamos con nuestros cuerpos cuando duelen, dejan de funcionar (se enferman), o como máquinas-objeto a optimizar, alimentar de cierta manera, llevar al gimnasio, lograr un cierto aspecto estético. No es común conectar con nuestros cuerpos como una expresión de la totalidad de quién somos, como nuestro SER. Entonces, empezar a cultivar la conciencia somática desde ese lente es el primer paso.
(1) Your Body is Your Brain. Amanda Blake, Trokay Press, 2018.
(2) The Art of Somatic Coaching: Embodying Skillful Action, Wisdom, and Compassion. Richard Strozzi- Heckler, North Atlantic Books, 2014.
Escrito por Alejandra Silberman