Hace 16 años egresé como médica cirujana de la Universidad de Chile, y tres años después, finalicé mi formación como psiquiatra infanto-juvenil en la misma casa de estudios. Desde entonces, inicié mi camino en el sistema público, acompañando a niños, niñas, adolescentes y sus familias en el proceso de superar dificultades de salud mental, y realizando asesorías a equipos de atención primaria en salud.

Este recorrido me ha mostrado lo limitado que resulta abordar los procesos de salud y enfermedad desde un solo modelo. He observado cómo enfocarse únicamente en tratar los síntomas permite solo una remisión transitoria, sin generar cambios sostenibles en la salud y el bienestar. Si bien el uso de psicofármacos es parte de mi práctica, considero esencial integrar enfoques más amplios y personalizados en el acompañamiento, buscando siempre un equilibrio que se ajuste a las necesidades y la opinión de quienes consultan. Esta experiencia me ha impulsado a buscar constantemente nuevas formas de entender y acompañar a quienes confían en mi trabajo, integrando conocimientos de diversas disciplinas y enfoques.

Estoy convencida de que la colaboración, basada en la apertura y el respeto mutuo, es la vía más eficaz para lograr un cambio real y duradero.