La Fibromialgia es una enfermedad controvertida y que por muchos años fue tratada como una enfermedad psicogénica. Durante años las personas que padecen esta enfermedad han sido incomprendidas, y muchas veces tratadas como simuladoras, histéricas, exageradas o “enfermas mentales”, subestimando sus síntomas. Es difícil para quien no tiene fibromialgia entender lo que significa vivir con dolor, despertar en la noche por el dolor al girarse en la cama, amanecer sin energía, que se duerman las manos, las piernas, a veces tener ganas de salir, pero no tener fuerzas ni soportar el dolor de moverse. No es flojera, es dolor.
La fibromialgia es un síndrome caracterizado por dolor musculoesquelético crónico y generalizado, a menudo acompañado de otros síntomas, como fatiga, problemas de memoria, trastornos intestinales y alteraciones en el sueño y del estado de ánimo.
Desde un punto de vista médico, esta enfermedad todavía presenta aspectos inexplicables. Se sabe que la fibromialgia es causada por un fenómeno de sensibilización central caracterizado por la disfunción de circuitos nerviosos que modulan la percepción del dolor, lo cual se manifiesta como dolor en el sistema óseo y muscular.
Es la enfermedad dolorosa crónica difusa más frecuente en todas las regiones y culturas del mundo, y se estima que afecta del 2 al 4% de la población general (este valor varía dependiendo de criterios diagnósticos usados).
La mayoría de los diagnósticos se establece antes de los 60 años con un pick entre los 40 y los 50 años. Existen formas juveniles que con frecuencia evolucionan en el marco de un síndrome de fatiga crónica que puede comprometer el futuro escolar de estas niñas y adolescentes. La relación mujer:hombre es 3:1.
Se han descrito distintos factores de riesgo: ser mujer, tener familiares directos con la enfermedad, trauma físico importante por ejemplo en la columna, personas con dolor crónico por causas inflamatorias, por ejemplo, artrosis o artritis, estrés prolongado, estrés en la infancia, entre otros.
Hoy sabemos que estos consultantes tienen inflamación en el sistema nervioso central, lo que determina una modificación en el patrón de neurotransmisores, con aumento de aquellos que aumentan el dolor y disminución de aquellos que lo inhiben. También sabemos que la neuroinflamación se puede modular con cambios en la alimentación (dieta sin gluten, azúcar refinada, alimentos procesados, endulzantes artificiales y glutamato monosódico, por ejemplo), y tratando alteraciones de la microbiota. Podemos aumentar el umbral del dolor tratando el trastorno de sueño y el trastorno del ánimo asociado al dolor crónico. Debemos movilizar este cuerpo adolorido, partiendo con elongaciones y progresivamente ir aumentando la actividad física para recuperar la energía de las células musculares.
Estas personas habitualmente tienen serios problemas digestivos y malabsorción de muchos nutrientes (magnesio, hierro y zinc), y por otro lado, tienen bajos niveles de vitamina D. La corrección de estos déficits lleva paulatinamente a una mejoría de los síntomas.
También sabemos que, mientras menos tiempo de evolución tengan les consultantes, es mucho más probable que consigan un importante alivio de sus síntomas. Comenzar un acompañamiento desde la visión de salud integrativa, puede hacer diferencias importantes en el devenir de la enfermedad y condiciones de vida de la persona. Si bien es cierto no queremos crear falsas expectativas, los conocimientos adquiridos en estos últimos años y el enfoque integrativo biorregulador nos ha permitido devolver las esperanzas a quienes quieren dejar el dolor y la fatiga atrás, y retomar el curso de sus vidas.
Carla de la Fuente – Inmunóloga Integrativa
Referencias:
1.- Siracusa R, Paola RD, Cuzzocrea S, Impellizzeri D. Int J Mol Sci. 2021 Apr 9;22(8):3891.
2.- Pagliai G. Nutrients. 2020 Sep; 12(9): 2525.
3.- Velasco M. Rev Med. Clin. Condes 2019; 30(6) 414-427
4.- J Clin Med. 2020 ; 9 (11): 3527.
Estoy diagnosticada de FM y SFC hace más de 10 años por varios especialistas, quiero comenzar con medicina integrativa, por lo que necesito valor de la consulta, privada, Fonasa. Gracias.
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Saludos,
Mis agradecimientos infinitos a la Dra. Carla de la Fuente, quien fue la primera persona que me habló de la posibilidad de «curarme» de la Tiroiditis de Hashimoto, enfermedad autoinmune que padecía desde el nacimiento de mi primer hijo. Pasé por una decena de especialistas, que sólo me prescribían paliativos. Ha sido un largo camino comprender cómo el sistema digestivo impacta fuertemente en mi salud, tomar las riendas y hacer los cambios necesarios. Ahora, luego de 4 años, estoy viviendo sin gluten , sin lacteos, sin azucar refinada, etc (y todo lo que menciona más arriba). Y el resultado es maravilloso, vale 100% la pena.
Gracias por compartir!
Me ha parecio bastante intersante el articulo, me fue diagnostciada hace unos 15 anos , como pueo acceder a una dieta alimenticia mas precisa y enfoncada ,
gracias .
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