Acompañarse,Menos exigencias en tiempo de pandemia - CasaFen -Photo by 30daysreplay (PR & Marketing) on Unsplash

Acompañarse. Menos exigencias en tiempo de pandemia.

Ya sabemos que es un tiempo difícil para todo el planeta. Y estamos viendo también que surgen cientos, miles de iniciativas que se ofrecen gratuitas, abiertas, desde el deseo de ayudar en esta necesidad de acompañarnos desde lejos.

Hemos visto y promovido el establecer ritmos, actividades y espacios para mantenernos ocupados durante el tiempo que sea necesario estar en casa para cuidar y cuidarnos y, al mismo tiempo, creemos que es fundamental poder escuchar y seguir los propios ritmos y necesidades.

Te proponemos entonces incorporar actividades paulatinamente, pues quizás, en principio, necesites más bien descansar y simplemente no hacer nada.

Levantarse y ducharse, hacer la cama y tener horarios regulares para algo de actividad física, comidas y tiempo de sueño quizás sea la base para mantenernos reguladxs.

Si tus niños no quieren hacer tareas, dales espacio por unos días, ya se podrá integrar ese trabajo.

Si no quieres empezar ya un curso a distancia, déjalo para después.

Si el desaseo de la casa no amenaza con una hecatombe, haz lo mínimo y distribuye las tareas en los días de la semana, compartiéndolo con todxs en la casa. Pequeñas cosas estarán bien.

Si tienes que trabajar en casa (el teletrabajo que vino a instalarse sin aviso previo), también ve cómo hacerlo progresivamente, en la medida de lo posible.

Lo mismo que para lo cotidiano de estar en cuarentena, período en el que sí importan algunas regulaciones:

- Intenta fijar algunos bloques de horarios de trabajo (cortos al principio, la atención estará probablemente dispersa).

- Levántate sí o sí, ponte ropa cómoda, pero no trabajes en pijama, ni en la cama.

- Si puedes, determina un lugar específico para trabajar, que sea solo para eso. Si no puedes hacerlo, acomoda un lugar con ciertas señales indicativas de que es tiempo de trabajo y, cuando termines, quítalas (por ejemplo, un mantel, que puedes sacar. O una taza especifica que solo uses durante esos ratos, o lo que te sirva para darle señales a tu organismo de que es un tiempo distinto del de "estar en casa").

Estamos lidiando con un gran estrés, con miedo, con preocupación. Una pandemia de estas proporciones, y con el acceso a información que tenemos es algo realmente nuevo, y no sabemos cómo hacerlo "bien". Por ello, lo primero es poder encontrar la forma de regular nuestras reacciones, quizás, como cuando los animales observan antes de decidir qué hacer: quedándonos quietxs.

Intentar que los niños (o tú mismx) estén en modo estudio/trabajo/producción, puede ser un intento de funcionar, como si nada estuviese ocurriendo... pero... ¡PERO! hay mucho ocurriendo, para bien y para mal, y más bien necesitamos en este momento ser muy cuidadosos con nosotros mismxs y respetarnos al máximo. Estaría bien dormir breves siestas si eso es lo que tu cuerpo necesita (cuidando de no dormir demás para no alterar el ritmo de sueño nocturno, que es el que mejor nos hace).

No exigirnos, sino acompañarnos (sí, a nosotros mismos) lo más livianamente posible. Si podemos ayudar y acompañar a otros, en la casa o virtualmente, bien, pero puede que algunos días no tengas ganas de comunicarte con nadie, sino de quedarte contigx mismx.

Si los niños se aburren un rato, tampoco pasa nada. Todxs podemos aburrirnos un poco y permitirnos también esa sensación. Relajar las reglas (no perderlas del todo, pero relajarlas) puede hacer que todos nos sintamos un poco más cómodxs, un poco menos presionadxs.

Entonces, ¿regulaciones?, sí. ¿obligaciones?, no.

A tomarlo con toda la calma que sea posible, mantener el buen humor cuando se pueda, y dar espacio al no hacer y al descanso, activándose paulatinamente.

 

Colectivo CasaFen