La Nutrición Integrativa nace como uno de los pilares esenciales en la práctica de una Medicina Integrativa, que a su vez tiene su punto de partida en la integración de la ciencia convencional, culturas ancestrales y sistemas médicos no convencionales.
La Nutrición Integrativa revaloriza fuertemente la utilización de los alimentos como agentes terapéuticos esenciales en el ejercicio de la nutrición y medicina moderna. Trabaja desde una visión sistémica -al alero de la biología de sistemas y la medicina de redes -permitiendo desarrollar una mirada global de la salud de la persona. La Nutrición Integrativa no adscribe a un único método, dieta o sistema de alimentación, ni menos aun impone recomendaciones estándares o protocolos pre-establecidos. Muy por el contrario, la Nutrición Integrativa es altamente individualizada, destacando como una práctica centrada en la persona (y no en la enfermedad), y en la particularidad del propio proceso de vida y de salud que cada persona está viviendo.
En Chile y en el mundo hemos sido testigos de cómo en los últimos años ha existido un interés creciente en aspectos relativos al estilo de vida, siendo principalmente la nutrición el de mayor relevancia y quizás también de mayor discordia. Aspectos bioquímicos, antropométricos, psicológicos, evolutivos, sociales, medioambientales y filosóficos se entremezclan cuando queremos hablar con propiedad de la nutrición en el siglo XXI. Como profesionales de la salud, nuestra formación básica proviene desde una mirada científica reduccionista, que carece muchas veces de la visión global y sistémica que propone la Medicina Integrativa. La Nutrición Integrativa – enmarcada dentro del concepto amplio de Salud Integrativa – revaloriza y considera todos estos aspectos relativos a la nutrición, siempre poniendo en el centro a la persona y su individualidad.
Las bases científicas de la nutrición son fundamentales y dan el sustento para que se pueda desarrollar una Nutrición Integrativa verdaderamente reflexiva y crítica, alejada de dogmatismos y rigideces. La nutrición traslacional y los avances científicos recientes, también permiten entender mejor la relación que tenemos con alimentos desde una perspectiva bioquímica y epigenética. Esto último, nos lleva a entender mejor las repercusiones directas e indirectas que los alimentos tienen a todo nivel en nuestra salud, desde un plano netamente orgánico hasta aspectos neuropsiquiátricos y emocionales. De la misma forma, desde la perspectiva cultural de sistemas tradicionales de oriente y de occidente, también existe una relación muy estrecha con la alimentación, que va más allá de el análisis molecular o de los macro y micronutrientes. En estos sistemas se concibe la alimentación dentro de un modelo ecológico del ser humano, donde el desarrollo de la persona, de su comunidad y del medio ambiente van estrechamente de la mano. Se consideran aspectos sutiles, muy importantes a ser tomados en cuenta para el entendimiento global de estas tradiciones, abriendo así la posibilidad para su estudio, análisis y posible aplicación.
En los último años, han ido apareciendo en las revistas científicas muchas voces autorizadas para hablar sobre nutrición, pero muchas veces las recomendaciones y propuestas nutricionales de distintos expertos terminan siendo contradictorias entre ellas. Este mismo debate ha sido replicado en los medios de comunicación masivos, generando muchas veces confusión, ideologización e incluso desconfianza en la comunidad no experta. En Nutrición Integrativa nos esforzamos por entender las bases de distintas propuestas nutricionales y terapéuticas, que mantengan el criterio de la visión integrativa de la salud. Es decir, entendiendo la individualidad de los procesos particulares de cada uno, en un contexto sistémico e integral.
Como lo mencionamos recientemente, no es posible hablar de Nutrición Integrativa sin desarrollar el concepto y visión de lo que hoy conocemos como Medicina Integrativa.
La Nutrición Integrativa emerge como uno de los principales pilares terapéuticos de la salud integrativa, incluyendo aspectos bioquímicos, fisiológicos, sistémicos, aspectos psico- neuro-inmuno-endocrinológicos (PNIE), aspectos emocionales y mentales relativos a la alimentación, y por supuesto también espirituales de la persona y en la relación que tenemos con el medio ambiente.
Si estás leyendo este artículo, seguramente ya te habrás encontrado que hay un caudal de información muy amplio, tanto de experiencias como de evidencia disponible en temáticas controversiales de la nutrición moderna, como lo son el consumo de lácteos, alimentos procesados, el gluten, disruptores endocrinos, el uso de endulcorantes, o la necesidad de suplementación, entre otros temas. También, que hay distintos sistemas de nutrición en boga, como los son la alimentación integral basada en vegetales, alimentación basada en la dieta paleolítica, dieta cetogénica o la nutrición antiinflamatoria. Por lo mismo, siempre es importante volver a recordar que cada persona y su propio proceso de salud y contexto de vida es único, por lo que - al alero de una mirada integrativa desideologizada, siempre buscaremos la mejor alternativa para la persona, más que guiarnos por una tendencia.
La nutrición no debe importar sólo a nutricionistas o especialistas en esta área. Nuestra labor como profesionales de la salud es poder ayudar y guiar de manera global y sostenible en el tiempo a nuestros consultantes, para que juntos podamos promover un estado de bienestar y salud óptima. En Medicina Integrativa trabajamos como equipo transdisciplinario en el acompañamiento terapéutico de nuestros consultantes, donde por supuesto existen especialistas en distintas áreas. Aun así todos los miembros del equipo conocen y orientan coherentemente respecto a hábitos y estilo de vida, donde destaca como principal pilar la nutrición.